Un grupo de artistas decide planear el asalto a un banco para poder montar una obra de teatro. Lo que podría sonar a ficción absurda es el punto de partida de un montaje que mezcla autoficción, crítica social y humor negro para hablar de la precariedad del arte, de la urgencia por subsistir y del amor como fuerza de resistencia.
La obra se pregunta: ¿Tiene sentido resistir por algo aparentemente inútil como el teatro?